¿Te apetece conocerme? Yo sueño con el momento en que eso suceda
Con la cabeza ladeada sobre la almohada, acaricia la cabeza de Matías, quien asimismo se ha desplomado. Permanecen de este modo tratando de recomponerse pero sin apresurarse por desamparar la habitación. Sencillamente se dejan mecer en la cuna circular del sexo.