De las mejores formas de cerciorarte de que posees altos niveles energéticos es descansar lo suficiente. Y bastante reposo significa entre 7 y 8 horas de sueño de calidad al día, todos los días de la semana.

No tu emoción de ira (provocada por un pensamiento) te ha controlado y no te ha dejado razonar. La emoción hace que tu cerebro actúe en modo supervivencia, donde el raciocinio no tiene cabida. Aun cuando la emoción es positiva actúa igual (no es cuestión de emociones positivas o bien negativas).

Una complicación de esta enfermedad que debe percibir cuidados extremos es la inflamación del bazo. Este órgano se inflama en alrededor del 50 por cien de los casos de mononucleosis, mas ello no forma un arduo problema.

En la clínica de Masters y Johnson en lugar de hacer preguntas observaban a la gente haciéndose el amor y tomaban películas; medían penes, clítoris y vaginas; dirigían una clínica en una universidad donde la gente se masajea mutuamente ya antes de tener contacto sexual.

¿Te atreves con Sofía? Compartir una velada íntima con esta escultural scort francesa de bellos pechos y espíritu lujurioso sólo entraña un peligro: el de volverse adeptos a la suavidad de seda de su piel y al fuego de lava ardiente de su cuerpo.

Mas a las mujeres del gineceo no se les debe permitir salir solos, ni a las mujeres que se hallen fuera del harén se les deja entrar, salvo aquellas cuyo carácter es bien conocido. Y, para finalizar, el trabajo que las esposas del rey tienen que hacer no habría de ser demasiado fatigoso.

Y como estamos habituados a la mecánica sexual, queremos también que el amor pueda ser controlado. Imaginamos que tomamos el control de nuestra vida y que tenemos voluntad de amar para hacer un proyecto de vida con amor consciente.

Cierra momentáneamente tus ojos y piensa qué cosas son esenciales para ti en tu vida. Una vez hecho esto primero escríbelas y, luego, dales un orden de prioridad. Por ejemplo: tu carrera, el amor, los amigos, tu familia, tus aficiones, el altruismo, el crecimiento personal…

Por muy fuerte que sea esta necesidad, a la mayor parte de los chicos les cuesta convencer a las chicas de que den su número de teléfono. ¿Hay una bala mágica? ¿Una solución rápida? ¿Algo que de pronto lo hará más simple? Lamentablemente, no la hay.

No sé que hacer pues lo quiero mucho, si bien no se lo digo (él se protesta de que no soy cariñosa, de que jamás le expreso que lo quiero), porque no sé cómo decirle lo que siento por él, no sé cómo expresarme, y considero que cuando regrese no voy a saber qué decirle o preguntarle.